Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.
Lucio Anneo Séneca
(Córdoba, 4 a.C. - Roma, 65)
Han pasado 2.000 años desde que Séneca enunció la cita que hoy encabeza el post y su valor sigue tan vigente como el primer día. Hay conductas que las leyes prohíben y todos estamos de acuerdo en que son reprobables, pero hay también otros comportamientos que sin ser ilegales no son honestos… para mí, estos también son reprobables. Son consideraciones que nos afectan en todas las facetas de la vida, cuánto más si cabe a quienes nos dedicamos a la actividad pública y política. A quienes asumimos la responsabilidad de gestionar «lo público, lo de todos».
Legalidad y honestidad: la legalidad sin honestidad no me vale, lo rechazo. En esta idea, hoy me he sentido absolutamente arropado por los miembros de la candidatura socialista que presentamos a las elecciones del próximo mes de mayo: es mi compromiso y nuestro compromiso. Te aseguro que voy a ser contundente en la defensa de los principios de legalidad y honestidad como bases de funcionamiento en la administración autonómica que presida, si los ciudadanos me otorgan su confianza. Hoy, una vez más, nos hemos comprometido a las puertas del Parlamento de La Rioja, la casa de todos.
Porque me exijo y voy a exigir unos comportamientos éticos y honestos a todos los miembros de mi Gobierno. Seremos absolutamente transparentes en la gestión, se deberá justificar todos y cada unos de los incrementos patrimoniales que serán públicos y publicados, todos los altos cargos tendremos dedicación absoluta y exclusiva a las tareas públicas, etc…
Puedo aportarte la relación íntegra de los compromisos concretos que hoy he enunciado, son los siguientes:
– Todos los altos cargos de mi gobierno además de regirnos por los principios constitucionales que deben presidir la función pública, nos comprometemos a guiarnos por los siguientes principios éticos y de conducta: dedicación al servicio público, ejemplaridad, transparencia, austeridad, responsabilidad, accesibilidad, eficacia y honradez, auténticos valores que deben exigirse a todos los que representamos a los ciudadanos en las Instituciones. – Todos los altos cargos tendremos dedicación absoluta y exclusiva a las tareas públicas, sin excepción. No podremos percibir más de una remuneración con cargo a los presupuestos. – Cualquier cantidad que un alto cargo pueda cobrar derivado de su pertenencia a Consejos de Administración, u otras instancias obligadas por ejemplo, se ingresará automáticamente en la tesorería de la Comunidad Autónoma de La Rioja. – Durante los dos años siguientes a la fecha del cese como alto cargo no se podrá desempeñar ningún servicio en empresas o sociedades relacionadas directamente con las competencias del cargo desempeñado. – Los altos cargos tendremos obligación de hacer una declaración de las actividades, negocios, empresas, sociedades públicas o privadas, que puedan proporcionarnos ingresos, así como una declaración de inhibición y de abstención. – Ejerceremos el cargo con total transparencia patrimonial, que se manifestará a través de las declaraciones de incompatibilidades y de rentas, remuneraciones, actividades y patrimonio que serán públicas a través de la página web del gobierno al que los ciudadanos podrán acceder sin ninguna limitación y que se actualizarán todos los años. – No se aceptará por parte de ningún alto cargo, trato de favor, privilegio o ventaja por parte de personas físicas o entidades privadas especialmente en las operaciones financieras, obligaciones patrimoniales o negocios jurídicos que se realicen. – Se guardará lealtad a las Instituciones vigilando siempre la consecución del interés general y el cumplimiento de los objetivos para los que hemos sido elegidos. – Para dar ejemplo de austeridad administremos los recursos públicos con austeridad siempre y sin ninguna excepción, sin ninguna clase de ostentación económica o social. – Rechazaremos sin excepción cualquier regalo o servicio de favor protocolario que vaya más allá de los usos habituales o sociales de cortesía de carácter institucional. Los regalos se incorporarán al patrimonio de la Comunidad. – Cuidaremos el uso apropiado, público y austero de todos los bienes y servicios que la Administración de la Comunidad Autónoma pone a nuestra disposición por razón del cargo (por ejemplo los coches oficiales). – Los altos cargos utilizaremos servicios de alojamiento y transporte cuyas tarifas no excedan de la cuantía que se establece para los funcionarios de la Comunidad Autónoma. – Solo los Consejeros del Gobierno dispondrán de un vehículo oficial con conductor para el desempeño de las funciones propias de su cargo. – Se publicarán en la página web del gobierno anualmente, las retribuciones netas por el desempeño del cargo público, así como los consumos de todo tipo de servicios con cargo al erario público.
Si los riojanos me otorgan su confianza el 22 de mayo: tiene que ser así. Va a ser así.