En repetidas ocasiones hemos oído aquello de que «la capacidad de sorprenderse no tiene límites». Es verdad, siempre puede haber un trazo más allá, se puede llegar a rebasar una línea insospechada, etc… Ayer ese personaje, que es mero «chico de los recados» de Pedro Sanz, dijo que había falseado la declaración de mi patrimonio.
Cuevas, que de conocido ya nos resulta indiferente, dice que falseo la realidad cuando afirmo que vivo en un unifamiliar de 90 metros cuadrados útiles de vivienda. Sí: vivienda, no quiero que nadie viva y no quiero vivir ni en un almacén, ni en un garaje. Afirmó que la vivienda unifamiliar en el pueblo riojano en el que resido tiene 218 metros cuadrados, pero mentía intencionadamente cuando a los metros útiles de vivienda añadía los metros de un garaje, un almacén o los pocos metros de un pequeño jardín de la parte posterior… Resulta evidente que el «chico de los recados» mentía y lo pude demostrar mostrando públicamente las escrituras de la vivienda, o simplemente describiendo como 24 jóvenes de Herce promovimos una cooperativa para construir nuestras viviendas de protección oficial que por norma no debían exceder los 90 metros cuadrados útiles. Incluso aporté documentación de la Consejería del Gobierno de La Rioja en el que certificaba que la vivienda no excedía esos metros cuadrados.
Estoy convencido que la gran mayoría de las riojanas y riojanos nos indigna este comportamiento falto de ética de Pedro Sanz cuyas malas artes son ya por todos nosotros conocidas. Es indignante, él que se ha negado a hacer público su declaración de bienes y la de los miembros de su Gobierno, que no han dado a conocer sus declaraciones del impuesto de la renta de las personas físicas… envíe «al chico de los recados» a la indecente tarea de pedir a los demás lo que él y los miembros de su Gobierno no están dispuestos a ofrecer. Le he pedido transparencia, como la que personalmente he demostrado, no indecencia. No le he pedido nada que antes no haya hecho.
No quisiera que, pese a todo, este asunto se convirtiese en un asunto meramente personal. Tengo el convencimiento político que los gobernantes debemos ser absolutamente transparentes en nuestras gestión y ofrecer a los ciudadanos total garantía de que nuestros bolsillos son transparentes, como decía el profesor Tierno Galván y recordaba en un reciente artículo en un periódico. Qué mejor garantía que mostrar públicamente nuestro patrimonio y el de nuestra familia y así demostrar que no se producen incrementos injustificados.
Sanz, a través del «chico de los recados», ha hablado públicamente de mi vivienda, espero que no tengan la indecencia de negarse ahora a aportar los datos pormenorizados de todo el patrimonio de ellos y de todos los miembros del Gobierno. Que sean capaces de dar datos de los metros cuadrados de ese salón familiar y de ese presunto sofá donde se constituyen empresas en los que se «invierten» 10.000 euros y en unos meses reciben más de 300.000, que no se negarán a dar datos de unas fincas con viñedos ilegales, etc… Me exijo y exijo la máxima transparencia en la vida política riojana. Puedes leer en un post anterior mis compromisos concretos en este asunto.
Cuando nada se tiene que ocultar, no existe problema para abrir las ventanas y abrir las puertas de par en par. Pero cuando el aire está contaminado… al abrir las ventanas y las puertas se corre un riesgo: que el mal olor llegue al exterior y se conozca. Pero el hedor no puede estar permanentemente encerrado, no se puede ocultar indefinidamente. Hay que abrir puertas y ventanas, llevar aire limpio, honestidad, transparencia… el 22 de mayo, entre todos los riojanos y riojanas vamos a poder hacerlo.
Ayer, al final de una intensa jornada, cerré un momento los ojos y recordé una música y un vídeo.