Me sumo a los numerosos blogs que hoy publican posts dedicados al tema del agua. Tal como afirmaban José María García Ruiz y Olga Pérez Ripalta en el artículo «El régimen del Río Iregua y el abastecimiento de agua de Logroño«, el interés de nuestra sociedad por los problemas derivados del agua es cada vez mayor. Hoy comprobamos como se dan una serie de factores que acrecientan de forma importante ese interés: intensidad y trascendencia cualitativa y cuantitativa del agua en los procesos industriales, la creciente sensibilización social en aspectos medioambientales, el incremento del consumo de agua por habitante y día, la extensión del regadío, etc…
Son elementos que han hecho del agua un bien escaso que precisa de las Administraciones Públicas unas acciones políticas y de inversión que garanticen su adecuada gestión, abastecimiento y distribución.
El compromiso socialista con la planificación hidrológica que se está llevando a cabo desde el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino es constatable. Unas acciones que además tienen en consideración la incorporación a nuestro ordenamiento jurídico de la Directiva 2000/60/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2000, que supone añadir a las políticas tradiciones de satisfacción de la demanda el propósito de un buen estado ecológico en todas las masas de agua.
Decía «compromiso», pero no sólo a nivel teórico sino también llevado a la práctica en las importantes inversiones que se están llevando a cabo en nuestra Comunidad relacionadas con el agua.
La ministra Elena Espinosa en su visita a La Rioja del pasado mes de septiembre se refería a las obras de la presa de Enciso y aportaba el dato de que es una obra que ha alcanzado el 40% de certificación y en la que se han invertido hasta el momento unos 24 millones de euros, sobre un total previsto de 61,5 millones.
Además de la presa de Enciso, el Gobierno de España está invirtiendo en La Rioja cantidades importantes en los embalses de Soto Terroba, que regula el río Leza, y en el de Arroyo Regajo para la regulación del Río Linares.
El embalse de Arroyo Regajo está en sus últimas fases de ejecución con más del 74% de certificación y tiene una inversión prevista de unos 6 millones de euros.
La presa de Soto-Terroba tiene un presupuesto de unos 18 millones de euros y ya se han invertido más de 6 millones (un 36,5% de obra certificada).
A todas estas transcendentales inversiones habría que añadir las del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de más de 32 millones de euros en las depuradoras de Nájera, Alfaro y Calahorra que han sido entregadas el Gobierno de La Rioja.
«Obras son amores y no buenas razones». Las obras ahí están, el compromiso de los socialistas con la adecuada gestión del agua y con el crecimiento sostenible de La Rioja también. Para nosotros, los socialistas riojanos, es un factor de la máxima transcendencia el sector vitivinícola… también la gestión del agua.
La diferencia entre el Partido Popular y el PSOE es que el Partido Popular vende estupendamente aquello que nunca llega a hacer y el PSOE vende fatal lo que hace
El desarrollo sostenible no es hacer embalses, ni mucho menos. Tampoco eso es gestionar el agua.
De creer el PP y el PSOE en el desarrollo sostenible, no se estaría construyendo el embalse de Terroba. Simplemente construyendo un azud en el Iregua y llevando el agua a la cuenca del Leza, se podrían atender regadíos y el agua de boca de la zona. Además se habría ahorrado mucho dinero.
De todas maneras un saludo
Paco tiene razón. Construir la presa de Soto-Terroba es un crimen ecológico en una zona declarada Reserva de la Biosfera y zona protegida del visón europeo. Existen muchas alternativas a la presa.
Lo de Reserva de la Biosfera es una estupidez. Lo que tienen que hacer es desempolvar los planes de ordenación de recursos naturales que hay en la Consejería de Medio Ambiente.
Pedro, he de reconocer que no te falta la razón. Vamos a intentar mejorar nuestra comunicación. Muchas gracias por el comentario.
Sobre el asunto de la presa de Soto-Terroba, me gustaría añadir que es una de demanda histórica de las localidades de la zona que por fin se hace realidad. Va a permitir abastecer de agua de boca y de regadío a localidades aguas-abajo y, también muy importante, garantizar el caudal ecológico del río. El proyecto ha contado con los correspondientes estudios de impacto ambiental.
Sobre el último comentario, señalar que efectivamente es un tema a conocer.